¿Por qué es tan importante la liquidez de una empresa
Patrick2023-12-27T21:04:44+00:00Concepto y Significado del Capital Circulante en una Empresa.
El concepto de capital circulante en una empresa engloba varios índices y fórmulas que resultan fundamentales para comprender la evolución de los negocios, su viabilidad y su salud financiera. Entre esos indicadores, destaca el capital circulante.
Seguramente, has escuchado expresiones como “esa empresa tiene problemas de liquidez” o “aquella compañía cerró debido a una falta de liquidez”. Pero, ¿sabes realmente qué implica este término? ¿Comprendes su significado?
En el siguiente texto, exploraremos en detalle qué representa la liquidez en una empresa, qué conlleva tener exceso o escasez de liquidez y, lo más importante, cómo se calcula este parámetro financiero clave.
¿Qué es el capital circulante?
Entender la diferencia entre liquidez y solvencia es fundamental para comprender el capital circulante de una empresa. A menudo, se confunden estos términos, pero tienen matices que los diferencian claramente.
La solvencia se refiere a la capacidad de asumir las responsabilidades financieras a largo plazo, mientras que la liquidez representa la habilidad de convertir los activos en efectivo rápidamente sin pérdida significativa de valor. Ambos aspectos abordan los compromisos y recursos financieros de una compañía.
El capital circulante, también conocido como activo circulante, comprende todos los bienes y derechos que una empresa puede convertir en efectivo en menos de un año. Estos activos suelen estar asociados con el corto plazo y se utilizan en el proceso productivo. Por ejemplo, en una editorial, el papel y la tinta necesarios para imprimir libros serían parte esencial del activo circulante.
El capital circulante es la diferencia entre el activo circulante y el pasivo circulante, representando los recursos disponibles para financiar las operaciones diarias y cumplir con las obligaciones a corto plazo. En resumen, el capital circulante proporciona un indicador financiero clave para evaluar la liquidez de una empresa.»
¿Cómo se calcula el capital circulante?
Antes de calcular el capital circulante necesitas conocer la composición del balance de la empresa, que se divide en activo y pasivo (ambos deben sumar el mismo importe).
• El activo comprende bienes y derechos, como el inmovilizado, las inversiones financieras, las existencias o la tesorería. Se subdivide en activo no corriente (de largo plazo) y activo corriente (de corto plazo).
• El pasivo incluye todas las obligaciones, como los acreedores o las deudas. Se divide en patrimonio neto (capital y reservas), pasivo no corriente (deudas a largo plazo) y pasivo corriente (deudas a corto plazo).
El cálculo es directo: Capital Circulante = Activo Corriente – Pasivo Corriente.
Es evidente que el capital circulante representa los recursos a corto plazo que la empresa emplea para financiar sus operaciones diarias y mantener su funcionalidad. Este indicador es esencial para asegurar la continuidad de la empresa a corto plazo.
Características del capital circulante
El activo circulante representa una parte vital en la estructura financiera de toda empresa. Actúa como el motor financiero a corto plazo, proporcionando la flexibilidad y solidez necesarias para afrontar compromisos y asegurar el flujo diario de operaciones sin dificultades. Presenta las siguientes particularidades:
• Sirve para saldar deudas a corto plazo.
• Su capacidad de convertirse en efectivo es inferior a doce meses.
• Financia los gastos diarios de la empresa.
• También se destina a cubrir las deudas pendientes por parte de los clientes.
• Incluye las materias primas presentes en el inventario o los productos listos para ser vendidos.
• El dinero en efectivo resguardado en caja y en bancos forma parte de este activo.»
¿Por qué es tan importante este indicador financiero?
La importancia de este indicador financiero radica en su capacidad para revelar la situación real del negocio y permitir la toma de decisiones cruciales para asegurar la viabilidad empresarial.
El concepto de capital circulante resulta fundamental para evaluar la solidez del negocio, brindando una perspectiva del dinero disponible a corto plazo. Manejar con destreza esta información es crucial para administrar efectivamente la liquidez.
Además, el capital circulante suele vincularse con el fondo de maniobra, un elemento que abarca los recursos financieros a largo plazo y sostiene la actividad empresarial en el corto plazo.
Esta métrica proporciona una visión clara de la salud financiera de la empresa a corto plazo.
El cálculo del fondo de maniobra implica restar el pasivo corriente del activo corriente o capital circulante. Su resultado puede ser positivo o negativo, indicando dos situaciones diferentes:
- Un fondo de maniobra positivo se presenta cuando el activo corriente supera al pasivo corriente, señalando una capacidad para saldar las deudas a corto plazo y una sólida situación financiera.
- Un fondo de maniobra negativo ocurre cuando los pasivos corrientes superan a los activos corrientes, revelando falta de liquidez. Esto evidencia dificultades para pagar las deudas próximas.
En caso de escasez de liquidez, es crucial analizar los ratios de liquidez de tesorería considerando las particularidades de tu sector y las acciones recientes. Si puedes enfrentar tus compromisos inmediatos, pero la respuesta es negativa, es crucial realizar un diagnóstico para identificar y solucionar las razones detrás de esta situación.
El exceso de liquidez también puede ser perjudicial. Tener más recursos que compromisos a corto plazo puede indicar una mala gestión económica. La solución podría involucrar inversiones estratégicas o la distribución de dividendos a los accionistas.
En resumen, administrar efectivamente la liquidez y el capital circulante implica tomar decisiones precisas y estratégicas para mantener la estabilidad financiera de la empresa.